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Un mundo chiquito

8 Jun

Un mundo chiquito

Amigos:

 

Ustedes son para mi un mundo chiquito con limites infinitos y puedo asegurar que los miembros de este son el resultado de una ley física que se denomina “fuerza centrípeta”, que al transitar por las vueltas que da la vida va reunido en su centro a los seres queridos, hasta el punto que se confunde los amigos con los parientes, en mi caso mis hijos son parte del grupo de mis amigos queridos y a su vez yo sé que ellos son amigos queridos de mis amigos y a su vez mis amigos queridos son amigos entre sí.

 

He querido compartir con ustedes un sentimiento que me llena de orgullo, pero que al mismo tiempo me produce un dolor; mi hijo Mauricio se va de  Bolivia rumbo a España, con posibilidades de ir más lejos,  para asumir funciones de trabajo en la empresa donde presta sus servicios, gracias a Dios tengo dos hijos y Carlitos se quedará conmigo batallando por llevar la empresa a un rumbo mas lejano.

 

Quiero expresar en estas líneas que lo que está sucediendo en nuestro mundo chiquito es fruto de la famosa globalización, que a mi criterio, se complementa con otra ley física contrapuesta a la que nombré al inicio, es la fuerza centrifuga, la primera en el movimiento circular atrae a todo hacia el centro, la segunda es la fuerza que al alejarse del centro tiende mas a llevar las cosas hacia fuera.

 

Esto que quiero compartir con ustedes, no es solo la visión personal de un hecho familiar, esto tiene que ver con un hecho económico fruto de la convulsión social en la que vivimos, mi hijo no se va por una casualidad, es consecuencia de la famosa fuga de cerebros, es una partícula de este mundo globalizado que es atraído por el centro, esto es bueno para él y el mundo globalizado en que vivimos; pero no para nosotros que nos desprendemos de un miembro que por el mismo hecho del mundo globalizado no lo perderemos, solo se distanciará de nosotros en el vivir cotidiano. Seguirá unido a nosotros, no únicamente en los sentimientos, seguirá compartiendo en Internet que es lo mejor que pudo traer la globalización.

 

 Apartando lo sentimental y continuando con lo expresado en el párrafo anterior y que demuestra que lo mío, lo personal, no es un hecho aislado; ustedes, no todos están en Santa Cruz, al contrario todos están diseminados por éste mundo chiquito,  mi lista de correos ocupa América del Norte, Centro América, América del Sur y Europa, y sin embargo ustedes siguen conmigo el devenir diario que disfrutamos con el trabajo cotidiano y el compartir de las noticias y algunos artículos de interés general.

 

En principio me desperté como en muchas otras noches, pensando en escribir algo que muestra el porque de la situación política y social de Bolivia, conectada con el viaje de Mauricio, que no es un hecho de desprendimiento, sino de captura; España no se contentó con la plata de Potosí, ahora se llevará las riquezas que mas valen, la propiedad intelectual. Hace muy poco ví partir a otro amigo, Alejandro Avayu y se que a causa de la situación que vive Bolivia otros amigos mas tomaran ese rumbo, quizás no España, pero si fuera de nuestro mundo chiquito, porque éstas partículas del mundo globalizado al alejarse del centro hace que sus miembros se pasen a otra atracción centrípeta.

 

En éste mundo globalizado en el que cada uno de nosotros tiene su orbita también dan vueltas otros amigos de mi grupo de noticias, como Roberto Rodrigano, Wilfredo Rosas, Carlitos Martínez, Antonio Russo, Bruna Antelo y otros que no recuerdo pero que también aprecio, o como el caso de los hijos de mi amigo Jaime Villalobos, uno en España y dos en Inglaterra todos capacitándose, para ser absorbidos por ese mundo poderoso, que ocasionalmente retornarán pero que gracias a Internet podemos estar unidos en forma casi instantánea.

 

Aunque parezca absurdo el haber escrito estas líneas y haberlas compartido con mi entorno cotidiano mas íntimo, me ha liberado de la presión emocional que apretaba mi pecho, porque al escribir he visto que este mundo es realmente chiquito, que es redondo y da vueltas, además que todos somos gobernados por Dios y que las fuerzas centrifugas, centrípetas, la Internet y el Mundo Globalizado, puede desaparecer si queremos concentrarnos en nuestro mundo chiquito.

 

Miguel Aramayo

SCZ Junio 2005