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Recordando

4 Mar

Recordando

Recordando

 

El tiempo ha pasado y el relator de esta historia contaba lo que sucedía o, dicho de otra manera, lo que acaeció con el individuo de este relato.

 

Era un hombre que mostraba una vida muy fácil, viajaba por todas partes del vasto universo y, particularmente, del globo terráqueo. Era un trotamundos incansable, que además tenía la facilidad de hablar con los animalitos, mariposas, hormigas, toros, abejas y cuanto bicho se le presentaba. También hablaba con personajes de este mundo e incluso de otros, con ángeles y apariciones que podrían haber sido reales o ficticias, como simples alucinaciones.

 

Tenía la capacidad de desplazarse por cualquier medio de locomoción, incluso por alfombras voladoras. Subía al cielo usando escaleras o volaba con mucha facilidad. Se transportaba a lugares extraños y conversaba con personajes que habían vivido muchos años atrás, como Abraham, Isaac, Jesús y María Magdalena. No tenía dificultades con los idiomas porque tenía un compañero de aventuras que siempre estaba con él, que podía hablar cualquier idioma y se comunicaba con él en forma telepática, escondiéndose de manera que sabía todos los idiomas. Con este mismo amigo, poseían brebajes que les permitían disminuir de tamaño en forma inmediata y a estaturas increíbles, adecuando incluso la vestimenta a estas características físicas.

 

Ahora ese personaje se apagó, ya no hace todo lo que antaño lograba hacer para sorprender a todo su entorno. Sigue vivo y viviendo en el mismo lugar, aunque ahora casi no se desplaza a Francia, su antigua residencia. Pareciera que la pandemia le mermó en esas habilidades, incluso podría ser que enfermó de COVID y esa plaga hubiera sido la causante de ese cambio radical. Ahora solo medita en él y para él, culpándose de culpas que muestran ser aparentes y sin un fin razonablemente real.

 

Todo cambia con el pasar de los años y la evolución propia de las personas, pero por lo general esas modificaciones no son radicales al extremo de mostrar seres diferentes, que no hubieran alterado su substancia al extremo de aparentar ser otros entes. El relator quedó sorprendido y se propuso analizarlo en detalle para poder establecer las causas que produjeron esos cambios abruptos. Incluso dentro de sus planes estaba el poder abordarlo y obtener la información directamente del personaje.

 

El relator, intrigado por el cambio de actitud del personaje, decidió abordarlo y obtener la información directamente de él. Se dirigió a su casa y lo encontró meditando en el jardín. El personaje lo saludó con una sonrisa, pero el relator pudo ver en sus ojos una tristeza profunda.

 

—¿Qué te ha pasado? – le preguntó el relator.

 

El personaje suspiró y respondió: —He perdido la magia.

 

—¿La magia? – preguntó el relator, confundido.

 

—Sí, la magia que me hacía ver el mundo de una manera diferente. Ahora todo es gris y aburrido.

 

—¿A qué se debe? – preguntó el relator.

 

El personaje se quedó callado por un momento, como si estuviera buscando las palabras adecuadas.

 

—Creo que es culpa mía – dijo finalmente. —He cometido muchos errores en mi vida.

 

—¿Errores? – preguntó el relator. —¿Cómo cuáles?

 

—He sido egoísta, he lastimado a los demás, he desperdiciado mi tiempo.

 

El personaje comenzó a llorar.

 

—Ahora me doy cuenta de que podría haber hecho las cosas de manera diferente.

 

El relator se acercó al personaje y lo abrazó.

 

—No es demasiado tarde para cambiar – le dijo. —Todavía tienes la magia en ti.

 

El personaje se secó las lágrimas y miró al relator.

­

—Gracias – dijo. – Creo que tienes razón.

 

El personaje se levantó y se dirigió a su casa. El relator lo siguió, esperanzado de que el personaje pudiera recuperar su magia.

 

Miguel Aramayo

SCZ.17-10-2023

 

4 Mar

Encarando el futuro con entusiasmo

Encarando el futuro con entusiasmo

Desde muy pequeño, he sido una persona soñadora. En mi infancia y hasta mi juventud, siempre he tenido metas y objetivos que alcanzar. Cuando me emancipé a los 17 años y me fui a la Argentina, puse mis sueños a colores y comencé a trabajar para hacerlos realidad.

 

Trabajando en Contec, ya tenía experiencia de trabajo de 10 años y profesión. Sin embargo, seguí soñando y haciendo planes para ir adelante. Fue antes de 1980 que comencé a soñar con la automatización y a hacer no solo planes, sino también programas.

 

Recuerdo que una vez escuché a unos amigos que se lamentaban de mi estado mental. Uno de ellos les decía a los otros que yo estaba loco, hablando con mis máquinas de calcular y queriendo que ellas respondan a mis planes (programas en el lenguaje de HP).

 

Han pasado 50 años de eso y sigo soñando. Hoy, transmito a mis colaboradores que se instruyan, que se preparen y que sueñen. Debemos ir pensando en incursionar en la Inteligencia Artificial (IA), pero no con el pesimismo de que seremos desplazados. Al contrario, con esa herramienta aplicada a nuestra actividad, podremos revolucionar nuestra actividad.

 

El que está siguiendo mis pasos es Carlitos, quien tomará la posta. Con la colaboración de Ernesto, han preparado el relanzamiento de Contec. Estoy seguro de que, con lo que estamos haciendo, tanto en la parte física, como en los planes de marketing y publicidad, estaremos preparados para afrontar los desafíos que se presentarán en nuestro país y el mundo. Es muy importante la colaboración de todo el personal de Contec para llevar adelante este plan.

 

Miguel Aramayo

SCZ.19-09-2023

 

4 Mar

Escribiendo algo si si

Escribiendo algo

 

Sus ojos azules y su cabello castaño ondulado le daban un aire de tranquilidad, paz y ternura, Rasgos heredados de su madre. Sin embargo, en su interior luchaba entre el bien y el mal. Su lado bueno era el que prevalecía, pero su lado malo era el que lo definía. Incluso él mismo se engañaba con sus propias apariencias, sabiendo que no eran del todo reales.

 

Esa personalidad era innata y tuvo conciencia de cómo era en cuanto pudo razonar. No podía hacer nada por cambiarla, no solo porque le molestaba mostrarse tal cual era, sino porque prefería esconder su lado malo y conservarlo para él, aunque ese hecho le molestara, pero al mismo tiempo le conviniera.

 

El tiempo ha transcurrido y ahora que se encuentra más cerca de allá y más alejado de aquí, se conforma con su forma de ser y evita que descubran la verdad que arrastró toda su vida y que será lo que lleve al más allá. Con la seguridad de que el Creador lo analizará y quizá le aplique un castigo, pero al mismo tiempo duda que pueda suceder eso, porque si es así, así fue como lo hicieron y él no participó en esa hechura. La asumió y no hizo nada por componerla, pese a que tenía la seguridad de que lo malo podía ser modificado, pero si lo hacía ya no hubiera sido él, hubiera sido uno diferente.

 

La vida personal es algo complicada, en primer lugar, para entenderla, comprenderla y sobrellevarla. Luego, porque uno se acostumbra a ser como es y se convierte en una rutina en la que muy pocas veces se razona y se hace un examen de conciencia para valorarse y calificarse a uno mismo. Y eso es lo más difícil, porque uno puede reprobarse en el examen, pero esconder el resultado y continuar con la farsa con la que lo conocen los demás y que él esconde solo para él.

 

Pasaron los años, sus ojos cambiaron de color, lo mismo los cabellos, que ahora son casi blancos, aunque conservan algo del ondulado de su niñez. El rostro es diferente, por la lógica consecuencia del transcurrir de un momento a otro. En algunas circunstancias es imperceptible y en otras parece que existió un largo espacio. Así es la vida, sin darnos cuenta corre a tanta velocidad y esa velocidad aumenta con los años que pasan y se convierten en una briza fugaz que nos aproxima a la eternidad a un ritmo superior.

 

Lo vivido no puede ser modificado, lo pasado es pisado y el trecho por recorrer es tan poco que debemos rogar que sea tan apacible como fue hasta ahora y que no tengamos abruptos que afecten a las personas de quienes tendremos que depender. Por lo tanto, debemos rogar para partir antes de que suceda eso.

 

Miguel Aramayo

SCZ.21-09-2023

 

 

4 Mar

La inocencia

La inocencia

 

En el filme «Dulce evocación» la guionista Adele Comandini expresó: Inocencia y pureza de corazón son dos virtudes prácticamente equivalentes. Sin embargo, encierran matices que no son difíciles de adivinar. Venimos a este mundo adornados con alegría, bondad, paz, ilusión, sorpresa, capacidad de asombro, sana curiosidad. Esta opinión me hiso pensar en averiguar algo más sobre la inocencia y me encontré que es algo muy difícil de describir. Su sentido es tan amplio que ni filósofos, ni religiosos llegan a describir con pocas y claras palabras su real significado.

 

El papa Benedicto XVI afirmaba que «la pureza del corazón es lo que nos permite ver»

 

San Francisco le preguntó a fray León, abrumado por la tristeza: —¿Sabes tú, hermano, lo que es la pureza de corazón? — Es no tener ninguna falta que reprocharse —contestó León sin dudarlo. 

 

El «ser» inocente, que nada tiene que ver con la puerilidad, no se mantiene nunca intacto porque ciertas vivencias van marcando un itinerario que tiñe esa cualidad primera con las experiencias que son negativas.

 

La inocencia es diferente de la ignorancia. Esta se combate con educación, conocimientos. La inocencia difiere de ingenuidad. Esta es la falta de capacidad para diferenciar causas y efectos. La inocencia no es una virtud, según Santo Tomás, las virtudes son hábitos operativos para hacer el bien. Las virtudes se practican, la inocencia no. Las virtudes pertenecen al hacer, la inocencia al ser (y al estar); la inocencia se tiene o no se tiene, pero no es una dimensión operativa del hombre, no es cosa que se haga

 

La inocencia es el juego de la existencia y un sinónimo de la gran libertad. Es la materia original de la que fuimos hechos. Es consubstancial a la más hermosa y suprema dignidad. Es la vida, es la verdad; la inocencia es la «verdad de la vida». Es inherente a la naturaleza humana. Es el sustrato del que estamos hechos, nuestra original y primera piel. Es la superioridad del más débil. La inocencia es la primera forma de amor. Es belleza. Es, ante todo, felicidad. La inocencia no es inconsciencia, ni ignorancia, sino ver, saber y comprender mucho mejor la vida. Es la huella más pura del conocimiento. La visión limpia y auténtica del mundo y de sus habitantes. Es amar a quienes tenemos cerca porque son necesarios, únicos y sagrados. Es un estado del alma limpia de culpa.

 

Es difícil profundizar en este tema y solo cabe, para concluir. La inocencia no es propia de la niñez, pienso que se la puede mantener por mucho tiempo, lo que es muy difícil. No es una virtud, no se necesita inteligencia ni conocimientos para ser inocente, es más, es posible que la inteligencia y los conocimientos sean los causantes de su perdida. Cuando se la pierde es imposible volverla a reconstruir, porque tiene un solo nacimiento y con cada nuevo ser. 

 

Miguel Aramayo

SCZ.09-08-2023

 

4 Mar

Opinión de expertos

Opinión de expertos

 

Convocados por Dionisio, dios de las festividades, la danza, el teatro, los excesos y los placeres (Baco para los romanos) se reunieron varios dioses. Eros, dios griego responsable de la atracción sexual, el amor y el sexo (Cupido para los romanos), Afrodita, diosa de la belleza, la sensualidad y el amor (Venus para los romanos), junto a Phthonus, y Adonis. El primero, personificación de los celos y la envidia (Invidia para los romanos), hijo de Érebo y Nix (la oscuridad y la noche) y Adonis, dios de la belleza, la fertilidad y la renovación permanente, que surge de un castigo de Afrodita a Mirra, quien, por orden de la diosa, debió mantener una relación con Tías, su propio padre. De esta unión nació un niño que se llamaría Adonis, considerado como uno de los dioses cananeos más importantes.

 

El objeto de la convocatoria era para que cada uno de los invitados expongan algunas de sus experiencias o anécdotas de acuerdo a su capacidad intrínseca. Dionisio los esperó con una presentación teatral en la que se mostraron muchas danzas y se degustó un vino que ponía en alerta la libido de los participantes, de manera de incentivarlos para que su participación en el evento sea lo más positivo posible.

 

El ambiente cuando estuvieron acomodados, quedo con una alfombra persa con almohadones que les bridaban el máximo de comodidad. Cada uno de los participantes gozaba de calidez a toda prueba, de esa manera podían explayarse en su participación sin tener ninguna incomodidad.

 

Inicio Eros de la siguiente manera: —Agradezco por mí y los coparticipantes, por la invitación de Dionisio. —Yo generalmente me divierto flechando a hombres y mujeres, para que ellos se busquen. Algunas veces estímulo a ambos, pero generalmente a uno de ellos, de manera que el que recibió el flechazo le cueste armar pareja, así veo los resultados de mi accionar. —Muchas veces procuró conquistar sus ilusiones y ellos consiguen con cierta facilidad, pero en muchos casos les cuesta, al punto que él o ella abandonan la flecha que tenían clavada y buscan otra pareja y oportunidad. —Otra de mis diversiones es cuando ambos están flechados e inician una relación que parece muy seria, hago que cambien su intención por otra persona. —Con este accionar, uno de ellos queda apesadumbrado, porque se siente defraudado y hace lo posible por reconquistar. Algunas veces lo logra, pero en otras el cambio es definitivo y por más que le ruega diciendo: que la distancia es el olvido, pero no concibe esa razón porque seguirá siendo cautivo de los caprichos de su corazón. Le insiste, indicando que él supo esclarecer sus pensamientos y le hizo comprender la verdad que soñaba, ahuyentando los sufrimientos desde la primera noche que se amaron. Y le repite que hoy su playa se viste de amargura, Porque su barca tiene que partir a cruzar otros mares de locura, pidiéndole que cuide no naufragar en su vivir. insinuándole que cuando la luz del sol se esté apagando y se sienta cansado de vagar piense que lo estarán esperando hasta que decida regresar. (1)

 

Luego tocó el turno a Afrodita, ella dijo: —Yo me divierto de otra manera. Los enamoro y les creo la necesidad de estar juntos y amándose a cada momento y de forma intensa. —Hace un tiempo me toco una pareja con la que realmente disfruté. Todo el tiempo estaban encariñados y buscaban lugares impensables para prodigarse su amor, tanto en el frio, como el calor, dentro del agua o en un sembradío de maíz. —Aprovechando todo momento para prodigarse amor, hasta que lograron casarse. Pasado el tiempo observaron que ya ese interés decayó. Ella no sentía lo mismo y buscó cambios, pero continuaron hasta mucho tiempo después en el que llegaron a tener una unión célibe y subsanar el tiempo transcurrido con otro tipo de actividades, pero exentos de amor. Incluso escuche que uno le decía al otro: —Tú me acostumbraste a todas esas cosas y me enseñaste que son maravillosas. Sutil llegaste a mí como la tentación llenando de inquietud mi corazón. Yo no concebía cómo se quería en tu mundo raro y por ti aprendí. Por eso me pregunto al ver que me olvidaste, por qué no me enseñaste cómo se vive sin ti. (2) —Así como ese caso tengo otros diferentes, donde por más que transcurrió el tiempo y no estaban permanentemente unidos, su pasión inicial continuaba y algunos momentos daba la impresión de que se incrementaba el deseo de estar juntos. Tanto tiempo disfrutaron de este amor que sus almas se acercaron tanto así, guardando cada uno el sabor del otro. No podían negar que solo bastaría con abrazarte y conversar para retornar el tiempo perdido y sin vanidad darse lo bueno de cada uno por más que hubieran pasado más de mil años y muchos más hasta la eternidad, seguirían llevando en la boca sabor a ellos mismos sin pretender adueñarse el uno del otro. (3)

 

En su turno Phthonus, expreso: —Me siento feliz cuando logro despertar celos en las parejas. Satisfacer mi instinto perverso. —En una oportunidad logré que una mujer contará a su pareja con sumo detalle, las caricias intimas de su primero y grande amor, con lo cual logré poner celoso a su par y causarle una obsesión permanente. Además, ella lo acusó de ser maniático. —Quedé satisfecho con mí actuar, porque el hombre estuvo a punto de suicidarse. —Él creía en Artemisa (Diana, para los romanos) la gran guerrera que le dio el valor para buscar la superación, liberarse las acusaciones y superar el trauma. —El obsesivo supero su estado de ánimo gracias a observar el comportamiento de Artemisa, pero le quedo la obsesión con la que supo luchar en el futuro. Cuando estaba cerca de ella no quería que de nadie te acordara, porque tenía celos hasta del pensamiento, que pueda recordarte a otra persona amada. Le pedía jurar que, aunque pase mucho tiempo, no olvidaría el momento en que se conocieron. Le decía que no había nada más profundo, ni más grande en este mundo que el cariño que le dio. Pidiéndole: «Bésame, con un beso enamorado, como nadie me ha besado, desde el día que nací. Quiéreme hasta la locura así sabrás la amargura que yo estoy sufriendo, por ti». (4) —Tengo mucha más para contar, pero creo que con eso es suficiente.

 

Adonis se sintió cohibido al participar, porque él lo único que tenía por mostrar era su belleza y el amor por Afrodita con quien pasaba 8 meses del año en la tierra y 4 con Perséfone en el inframundo. —Lo que puedo decirles es que para mí el amor es algo divino y aunque tengo el castigo impuesto por Zeus de pasar 4 meses en el inframundo, 4 con mi amante y 4 meses en los que puedo hacer lo que quiera, pero yo prefiero estar esos otros 4 con Afrodita, porque el amor es lo máximo. —Todo lo que hago es buscar el bien, la fertilidad, el amor y eso me dan las fuerzas para incentivar a todos que amen, que amen sin control. —Como una anécdota puedo repetir un poema que influí componer a un poeta y que expresa lo que siento: Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Escribir, por ejemplo: «La noche está estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo lejos.» El viento de la noche gira en el cielo y canta. Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Yo la quise, y a veces ella también me quiso. En las noches como está la tuve entre mis brazos. La besé tantas veces bajo el cielo infinito. Ella me quiso, a veces yo también la quería. Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos. Puedo escribir los versos más tristes esta noche. Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido. Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella. Y el verso cae al alma como al pasto el rocío. Qué importa que mi amor no pudiera guardarla. La noche esta estrellada y ella no está conmigo. Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos. Mi alma no se contenta con haberla perdido. Como para acercarla mi mirada la busca. Mi corazón la busca, y ella no está conmigo. La misma noche que hace blanquear los mismos árboles. Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos. Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise. Mi voz buscaba el viento para tocar su oído. De otro. Será de otro. Como antes de mis besos. Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos. Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero. Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido. Porque en noches como esta, la tuve entre mis brazos, mi alma no se contenta con haberla perdido. Aunque este sea el último dolor que ella me causa, y estos sean los últimos versos que yo le escribo. (5)

 

Dionisio cerró la sesión: —Agradezco que hubieran compartido sus experiencias. Sé que todos nosotros hemos aprendido un poco de este encuentro en el que hemos expresado lo que es nuestra idiosincrasia y hemos puesto un pequeño ejemplo de lo que somos capaces de hacer. —Espero que este no sea el único y último encuentro. —Gracias, muchas gracias.

 

Miguel Aramayo

SCZ.11-08-2023

  1. Roberto Cantoral García
  2. Frank Domínguez
  3. Álvaro Carrillo
  4. Maria Grever
  5. Poema 20 – Pablo Neruda

 

4 Mar

Charlando con amigos imaginarios

Charlando con amigos imaginarios

 

Es muy común que los niños tengan amigos imaginarios. Existen estudios que muestran que este fenómeno, que generalmente tiene lugar en niños de entre tres y siete años, ha sido definido en psicología como «amigo imaginario» y es bastante común pues suele presentarse en uno de cada tres. Estos niños son muy propensos a mantener conversaciones y juegos con amigos imaginarios y esto no es un problema, al contario, tiene beneficios para los niños que gozan de ese privilegio, estimula su imaginación, los ayuda a resolver sus problemas, permite la adaptación con su familia y más tarde, con la sociedad. Su vocabulario se incrementa más comparando con los niños que no tiene amigos imaginarios, al mismo tiempo son más sociables y adquieren una cierta independencia.

 

Según el psicólogo Michael David Pedroza En etapas más adultas algunas personas suelen recurrir a este fenómeno, como una manera de liberar la presión a la que son sometidas por cuestiones familiares, laborales o amistosas, señala. Lo importante es no perder de vista que en la adultez se puede recurrir a los amigos imaginarios, a fin de mitigar el estrés o para conseguir la comunicación consigo mismo, proyectándola en algo que se cree físico. Sin embargo, el individuo debe estar consciente de ello, de modo que, si la situación se sale de su control, pueda recurrir posteriormente a ayuda profesional.

 

Michael Pedroza señala que: al descartarse la peligrosidad del fenómeno, suele dejársele al curso normal de la vida; sin embargo, los estudios apuntan a que el amigo imaginario que participa en cada etapa de la vida casi siempre está relacionado directamente con las experiencias vividas o acumuladas por el actor que en ese momento atraviesa el conflicto, o bien, se vincula a una etapa en donde la persona necesita relacionarse más consigo misma que con el exterior. Lo anterior, podría deberse a diversos motivos, desde la falta de comunicación, la inseguridad o la confianza excesiva en sí mismo o en los demás.

 

Tengo un amigo imaginario que apareció en mi infancia y fuimos muy unidos. Reapareció en la adultez y no me da ningún temor. Soy consciente de que es una amistad que corresponde a mi infancia y ahora la exploto con fines literarios. Como también me entro la aspiración de escribir uso a mi amigo imaginario (el Ser Chiquito, simplemente Chiquito) como una muletilla. Si bien es una ficción le asigno un rango superior, digo que ese mi amigo en realidad es mi Ángel de la Guarda.

 

He logrado que mis amigos, parientes y especialmente mis nietos lo conozcan y puedo asegurar que «Chiquito», también es amigo de ellos. Quizá alguno de mis nietos pudo conversar con él e incluso jugar. Él es muy bueno y según lo describo es idéntico a mí, pero con los ojos muy celestes y con la sonrisa a flor de labios. Se viste y se comporta igual que yo, pero es tan chiquito que se puede esconder en mis bolsillos, detrás de mis orejas o en el cuello de mi camisa. Se comunica conmigo no solo con su voz. Podemos conversar telepáticamente y como habla todos los idiomas puedo viajar con él a cualquier parte del mundo.

 

Desde que tuve más o menos la edad de 3, hasta más o menos los 9 o 10 años, estuvo siempre conmigo como un amigo incondicional y como yo era súper activo, extremadamente charlatán (lo que conservo hasta ahora), puedo decir que actuaba como si fuera mi conciencia y mis secretos solo los compartía con él. Lo recuerdo con mucho cariño como si en realidad hubiera sido verdadero.

 

Miguel Aramayo

SCZ.17-08-2023

 

4 Mar

Todo pasa y se acaba

Todo pasa y se acaba

 

El tiempo se asemeja a las nubes que bate el viento, algunas pasan con una lentitud que enerva y otras se van tan a prisa, que se pierden en lontananza sin haber podido observarlas detenidamente. Nos dejan la duda si eran simples, blancas y espumosas o eran oscuras, teñidas de una Gris Pizarra que apena. Algunas muestran que el tiempo será bueno y algunas veces dan la impresión de que desaparecen, pero son tan tenues que dejan que el cielo muestre su brillante color Azul Capri.

 

La vida también transcurre como las nubes, su transitar es similar, no se detiene, algunas veces pasa veloz y otras con una lentitud que pone nervioso, incluso a los más tranquilos. Generalmente cuando esperamos algo del destino, en cambio las desgracias son abrumadoras y no pasan a gran velocidad y se estacionan para lastimar.

 

En este caso a una persona se le formó un «cumulonimbus», (nubes originarias de tormentas, tornados, granizos). Después de más o menos seis años, por recomendaciones médicas la muchacha hizo un relato de relaciones pasadas, demostrando que lo dicho en un inicio era diferente. Lo cual le produjo un golpe al joven, que se le convirtió en una obsesión, por suerte logro superar eso, pero le modifico su forma de ser en forma substancial. Después de varios lustros, en otra conversación ella le confirmó lo que para él aparentaba una sospecha, además lo culpo de manías, que posiblemente eran reales, con lo cual se completó el panorama.

 

Existen algunos acontecimientos capaces de oscurecer el panorama, aunque según Gabriel Garcia Márquez, dice que la memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado. También se puede decir: Añorar el pasado es correr tras el viento (proverbio ruso). El cerebro humano es tan cruel que almacena los recuerdos, que estando en el subconsciente algunas veces afloran para atormentar e inconscientemente retornan en forma de sueños, que se pueden convertir en pesadillas que algunas veces vuelven a la conciencia. Carlos Fuentes (1929-2012) Periodista y escritor mexicano decía: Cuando expulsamos al pasado por la ventana no tarda en regresar por la puerta principal, disfrazado de las más extrañas maneras. Las guerras contra la memoria son perdidas, al cabo, por quienes las emprenden.

 

¿Cómo olvidar el pasado? Si los humanos somos capaces de hacer cosas fuera de lugar, Dios nos puede ayudar a olvidar lo que nos daña y no nos trae paz. Si miramos hacia atrás, probablemente podamos ver cosas de las que nos avergonzamos y desearíamos no haberlas hecho nunca. Quizá no es lo que hicimos, sino lo que nos hicieron lo que nos deja sintiéndonos mal con nosotros mismos.

 

Es interesante acompañar el paso del tiempo, pero es importante y preferible tener la mirada dirigida al futuro, aunque este es incierto. Entre el pasado y el futuro se puede tener una mejor vivencia del presente. Es necesaria la experiencia, que se considera lo acaecido y la fe, que es la esperanza del futuro, con esos dos puntos de vista, la vida cotidiana puede tener mejor consistencia y brindarnos la felicidad que necesitamos afrontar el futuro sin arrepentimientos ni malas influencias.

 

Miguel Aramayo

SCZ.27-07-20

4 Mar

Recordando recuerdos

Recordando recuerdos

 

Habían trascurrido unos cuantos días desde el 15 de diciembre, de un año que nunca se borra de la memoria. Eran jóvenes y la sangre les bullía como en una caldera de presión. No se podía decir con certeza ¿cuál de las calderas tenía más presión y cuál tenía más calor?, eran los primeros días de un mes de febrero del año posterior a último mes del anterior. Para ser presido habían transcurrido algo similar a 40 días, en los cuales se cursaron el mismo número de cartas de ida y de vuelta, esto con la finalidad de que se acorten los días y se incrementen las ansias.

 

Ella delgadita, frágil, con una sonrisa que aparentaba haber copiado de algún cuadro de Diego Velásquez, quizá parecida a la sonrisa de La Gioconda, o el cuadro de una muchacha de Pedro Pablo Rubens, retrato de Susanna Luden. Agradable en su trato, que destilaba inocencia desde el momento de conocerla. El muchacho con características similares, pero sin parecerse necesariamente a ninguna de las pinturas famosas a las que uno se podría referir, de una mirada que denotaba dulzura y el aspecto de una picara ingenuidad.

 

Se conocieron en ese verano, por casualidades que se le ocurre tejer al destino, aparentemente alguien urdió ese  encuentro, pero sin ninguna intención y fueron ellos los que le dieron vigencia En muy corto tiempo sus labios se unieron en un beso que sello el encuentro y lo hizo definitivo, un encuentro que nadie podría imaginarse, pero que muchos aplaudieron, porque él dejo de pensar en otra persona y ella estaba saliendo de una relación larga y aparentemente seria y por lo tanto ese encuentro le servía para esparcir humo al ambiente para borrar los sin sabores y poder elegir nuevos rumbos. El primer encuentro duro muy poco, lo que podría compararse con un suspiro, no fueron más de cinco días. La continuación fue por carta, porque él retornó de sus vacaciones y ella quedó con la ilusión que le sirvió de distracción al momento que vivía.

 

El próximo encuentro, lo propicio ella con un viaje de pocos días, para visitarlo y poder apreciar lo que la ilusionó y comprobar la calidad y calidez de la persona que había ocupado sus pensamientos y ahuyentado los malos espíritus, al mismo tiempo distraerse y cambiar el panorama de su existencia en ese momento. Durante esos pocos días pudo pasear, conocer el lugar, conocer el circulo que rodeaba al muchacho, aparentemente todo eso la distrajo y le agradó, con lo cual la relación ganó impulso y pudo considerarse algo duradero, por lo menos a corto plazo.

 

Una noche salieron a bailar, el lugar no era maravilla, la música era romántica y el ambiente lo construyeron ellos con su conversación y el intercambio de pensamientos que se le ocurrían a cada uno de ellos, el lugar más oscuro que lo ideal para conversar mirándose a los ojos, pero ellos supieron darle la tonalidad que sus almas requerían en ese momento e hicieron del lugar un espacio cálido, iluminado, que desprendía un calor y un color agradable, por lo menos esa era la impresión que ambos dibujaron de ese espacio convertido en un nidito. Al salir y caminar por las calles casi desiertas por la hora y el clima que era algo más que fresco y a momentos con un leve viento frio, pero sus cuerpos tenían el calor suficiente para sentirse cómodos.

 

Llegaron al lugar donde ella estaba hospedada, un portón antiguo que en ese momento a los dos les parecía que era el ingreso al cielo, con una penumbra que hasta las sobras se borraban por momentos. Comenzaron con el ritual de la despedida y llegaron al punto en que descuidaron todo resquemor y se prodigaron caricias que fueron in crescendo, hasta el punto de que llegaron a tocar el cielo, ver estrellas y comunicarse con los ángeles y los querubines. Concluido ese periodo de tiempo ella dijo algo que calo muy fuerte en la conciencia del muchacho y fue como el sello impreso en la relación de ambos que dio el inicio a un camino sin final ni retorno.

 

Miguel Aramayo

SCZ.25-07-2023

 

4 Mar

Ahora y siempre

Ahora y siempre

 

Entre sueños y ensueños me encuentro permanentemente con la realidad, pero mientras pienso y me imagino cosas, veo transcurrir la vida como algo que a veces parece imaginario y otras veces es tan real que lastima mis sentidos. En ocasiones me obliga a ver la punta de mi nariz, olfatear aromas que me circundan o escuchar voces que golpean mis tímpanos, alterando mis otros sentidos, con lo cual no necesito pellizcarme para entender que estoy en este mundo y que vivo. Mis pies tocan la tierra, por lo tano debo retornar a la cotidianidad que me rodea.

 

Algunas veces imagino cosas y no tengo que hacer frente a la oscuridad, vivir según el reloj de la naturaleza. Ad ocassum tendimus omne, algo que leí cuyo significado es: Todos viajamos hacia el ocaso. En cualquier momento podremos observar en alguna parte un escrito que nos golpeará y veamos el día a día, dejando para cuando dormimos los sueños. Porque en algún momento podremos leer: Aquí yace alguien que buscó la verdad y la luz y vio la belleza en todas las cosas (1).

 

Encuentro que el trabajo es una herramienta que no hace mantener a la gente en la realidad. Embrutece de tal manera que no deja el tiempo para ensoñaciones y obliga a tener los cinco sentidos predispuestos al acontecer inmediato, dejando inclusive de lado temas de mayor valor, como son el amor por uno y los demás, el dolor propio y ajeno. Dejando a un lado lo espiritual para atender solo lo material que, si bien brinda beneficios tangibles, descuida el alma. Con lo cual a la larga producirá arrepentimientos imposibles de solucionar.

 

De todo lo vivido guardo muy bellos recuerdos, porque creo que influyó en mí el tener mucho tiempo la mente ocupada en sueños y ensueños. El trabajo lo dejé para atender las cosas materiales y borrar los malos pensamiento, con lo cual logré separar lo bueno que ofrece la vida de lo malo que también es parte de la existencia, pero es una forma de poner en práctica lo que se dice: «lo pasado pisado».

 

Friedrich Nietzsche, filósofo alemán, nacionalizado suizo. Decía que: Agradecía a la vida su falta de memoria, pues así cualquier experiencia era nueva para él y el conocimiento tenía siempre la frescura de la primera vez. Pienso de manera diferente porque el pasado tiene cosas tan bellas que permiten que veamos el presente de una manera agradable y pensemos que el futuro será mejor, para nosotros y quienes nos rodean. Lo importante es saber olvidar lo malo que pudiera traerte a la memoria el pasado y distorsionarlo de manera que no dañe.

 

Miguel Aramayo

SCZ.07-08-2023

  1. La hija del relojero de Kate Morton.

 

4 Mar

Componiendo la historia por destruir

Componiendo la historia por destruir

 

Estaba caminando por el puente sobre el Tíber en Roma pensando en mi soledad.  ¡Una gran sorpresa!, me encontré con Almudena, gran amiga con la que compartimos tiempos muy bonitos en Francia e Inglaterra y juntos realizamos un proyecto de sistemas mostrando la capacidad que teníamos en esa actividad. Me aproximé a ella que estaba con la mirada perdida en el horizonte.

 

—Hola Almudena, que gran sorpresa encontrarte en Roma.

 

—Yo también estoy gratamente asombrada de verte querido Miguel, paso mucho tiempo sin vernos, ¿qué haces por aquí y tan sólo?

 

—Digo lo mismo. Te ves muy bonita, ¿trabajando por estos lugares o sólo de turismo?  ¿Vos también estás sin compañía?

 

—Pasando unos días y con el plan de trasladarme a la India, para visitar las ciudades de Agra y Khajuraho.

 

—Me gustaría poderte acompañar si no te incomoda.

 

—De ninguna manera, me encantaría si podemos hacer el viaje junto. cada uno corre con sus gastos, pero nos hacemos mutua compañía y podemos disfrutar de las bellezas que ofrecen ambas ciudades y permaneciendo unos tres días o algo así en cada ciudad, después podemos retornar juntos a París.

 

—Es Dios que quiso que nos encontremos y podamos seguir de turismo juntos. Agradezco el haberte encontrado en este puente, tan emblemático para mí y que me trae tan lindos recuerdos de un tiempo que estuve viviendo en Roma.

 

Pasamos por una agencia de viajes y programamos nuestra partida a la India. Primero llegaríamos a Khajuraho que es una ciudad famosa por sus esculturas eróticas, conocida por sus templos hinduistas y jainistas declarados Patrimonio de la Humanidad. En esa ciudad existen varios templos que debemos visitar, como Varaha, Lakhamana, Matangesvara, Nandi, Visvanatha, entre otros. Todos dedicados a los dioses hinduistas y jainistas, famosos, en parte, por las esculturas eróticas de sus paredes.

 

Cuando llegamos al hotel, lo primeo que tuvimos, incluso antes de registrarnos, fue el ofrecimiento de guías que querían servirnos de cicerones en nuestra estadía, con ofertas interesantes. Resultaba difícil rechazarlos, pero decidimos que analizaríamos sus ofertas y que posteriormente los contactaríamos. Uno de ellos incluso nos ofrecía movilizarnos en una moto que tenía un remolque con toldo, lo cual agiliza el traslado de un lugar a otro. Después de registrarnos y analizar las ofertas decidimos por el que poseía moto y cerramos trato, para iniciar el tours en forma inmediata.

 

El personaje era de lo más pintoresco, tanto en su forma de vestir como en su aspecto físico, moreno con un color de piel diferente al de los de descendencia africana, con lo que se podría decir un moreno «aceituna», con unos ojos negros que no permitían diferenciar la pupila, los labios un poco más oscuros y extremadamente delgados en línea recta, la nariz prominente algo encorvada. Los dientes tampoco eran de un blanco común, tenían una tonalidad amarilla. Era esvelto, pero como su ropa era tan holgada, un saco que le llegaba debajo de la rodilla daba la impresión que podía suspenderse los calcetines desde los bolsillos del saco, dejaba apreciar un pantalón como una bombacha, ambas prendas de una tela estampada con colores muy vistosos. Nos comunicábamos en inglés, en algunos momentos nos resultaba difícil poder captar lo que nos decía, porque daba la impresión de que lo mezclaba con el hindi o uno del 22 idiomas que hablan ellos, también hablaba español con la misma o menor capacidad que el inglés. Lo que si nos sorprendió es la amabilidad con las que nos trataba y la predisposición de hablar incluso de sus temas personales, lo cual nos serbia de distracción en los recorridos largos en los que solo teníamos un paisaje monótono. También nos relataba historias de sus anteriores clientes, especialmente los de habla española.